A Ramón Malpica
Y de pronto, miro al pasado
Y aquellos 15 días de prueba
Se convirtieron en 15 años, luego 18, 20, 25, 30 y ahora: 40
Y los que faltan…
Alicia me dijo: – mi cuñado y su familia tienen una escuela allá –
Entonces tenía que decidir si aceptaba la invitación para ser instructor en la Fundación Arturo Rosenblueth o en esa escuelita, que estaba por La Loma, en Tlalnepantla, en donde el transporte era escaso y estaba casi fuera de la civilización.
Entiéndase “civilización” de Satélite a Arboledas, y de ese lado.
El detalle que causó irme a esa “escuelita” es que en la fundación no admitían instructores de medio tiempo y además no podían impartir clases en otra institución.
El Ing. Ramón Malpica se molestó y comentó que así no funcionaban los instructores, que debían ser independientes y podían trabajar en una o varias organizaciones académicas.
Esa escuela hizo una buena inversión en equipo Commodore para ser la primera institución en el Estado de México en impartir la materia de “Computación”, como materia extracurricular.
Obvio, que estaba asustado, y mi idea era solamente dar un breve curso, de quince días y ya. Además, tenían una impresora grande, Enteia, para hojas horizontales de 120 columnas, y eso me maravilló.
Apenas estaba por terminar la carrera técnica de “Programador y Operador de Computadoras” y la tecnología ya era seductora.
Y así comenzamos, en un laboratorio con ocho computadoras (monitor y teclado), una impresora y una unidad de discos, para grabar y cargar programas a las computadoras. Eran tres alumnos por cada computadora.
Guardé por muchos años dos equipos de Commodore 64. Y ahora son equipos “vintage”.
Y así, pasó un curso, luego la materia se hizo curricular. Mutó de “Computación” a “Informática” y ahora ya no existen como materias técnicas; sino que son ahora grandes materias de ciencias, y se refieren hoy a “Tecnologías de la Información”.
Centenas de anécdotas, con colegas, amigos, padres de familia y por supuesto, con alumnos; y que muchos de ellos ahora son grandes amigos.
Han pasado cuarenta años, y han sido pocas instituciones con las que he colaborado un ciclo escolar, y que hubo un aprendizaje especial, entre otros factores. Muchas gracias a instituciones como:
- Colegio Elena Jackson Fiskehunt
- Colegio Vallarta Satélite
- Colegio Charles Mann Cornish
- Instituto Politécnico Nacional / CELEX
- Instituto Sucre / Tasqueña
Y un enorme agradecimiento a mis grandes instituciones en las que he estado la mayor parte del tiempo, y de dónde he forjado grandes amistades. Eterno agradecimiento a:
- Grupo CUDEC
- The Anglo Mexican Foundation / The Churchill College
- Colegio Universitario de Humanidades
- Universidad Cuauhtémoc, Querétaro
Y actualmente imparto clases, aprendo y me divierto en las dos anteriores. Y espero seguir por mucho tiempo.
Falleció el maestro Nicanor Escobedo y escribí un breve homenaje, In Memoriam. Enorme maestro decano que me recibió en aquel enero de 1984, y me regañó porque pensó que era alumno, y estaba fuera de clase.
Falleció el Ing. Diego Malpica, a quién le dediqué mi tesis profesional en la Universidad, y ya no pude entregársela en persona. Emilio, su hijo, la recibió en su nombre. Aprendí a tomar decisiones y a solucionar problemas. Escribí sobre él, In Memoriam.
Falleció el Ing. Alfonso Malpica, quien fue mi tutor por casi 38 años, quien junto con Angélica me adoptaron en la institución. Fui el consentido por ellos y a Alfonso, le agradeceré eternamente las enseñanzas académicas.
Y recientemente falleció el Ing. Federico Malpica, quien me enseñó a hacer las cosas muy bien o que mejor no se hagan. Llegamos a Querétaro a fundar lo que hoy es UCO Preparatoria Contemporánea. Y escribí sobre él, In Memoriam.
Y hoy: Ing. Ramón Malpica:
Hoy, le agradezco infinitamente al Ing. Ramón Malpica por dar pie a la primera oportunidad en la docencia, en aquella escuelita de La Loma. Espero que nos queden aún, muchos años de vida, y hoy, que este escrito sea un HOMENAJE en vida.
¡Mil gracias!
Gracias por enseñarme la parte de los negocios, la administración en las organizaciones y por muchas otras anécdotas. Ah, y por mis LP’s que me trajo de EE.UU.
No son las únicas personas a quien agradecer en apenas estas breve cuatro décadas, son muchísimas, que no terminaría de mencionarlas. Pero sí, un breve reconocimiento a algunas de ellas, que de alguna manera marcaron un momento importante en esta etapa, y son: Lic. María Cárdenas, Guillermo Sandoval, Mauricio Coronel, Beatriz Orozco, Sonia López, Mario Rueda, Mari Cardeña, Mauricio Ludgar, Dermot Curley y otra centena más.
Hoy, Grupo CUDEC es un monstruo académico.
Hoy, UCO Preparatoria Contemporánea es líder en nivel académico y disciplina.
Hoy, a cuarenta años es cuando más gozo y me divierto de esta actividad lúdica y laboral, y es gracias a mis alumnos a quienes admiro, estimo y además, aprendo mucho de ellos.
Y repito, si hace cuarenta años, yo enseñara como lo hago hoy, el profesor Nicanor ya me hubiera corrido; y si hoy, yo enseñara como hace cuarenta años, mis directores de carrera y rectores, ya me hubieran corrido.
Simplemente evolucionamos, junto con los métodos de enseñanza, vamos a la par de la tecnología y al ritmo de vida de nuestros alumnos; y ahora, con una gran amiga, que se llama: “I.A.”.
Y pues, ¡vayamos por otros cuarenta!
Carlos.
Enero, 2024
Carlos Zaldívar 